CESM insiste en que la solución para la falta de médicos no se limita a aumentar la oferta de plazas de FSE

El Ministerio de Sanidad ha publicado este jueves la oferta de plazas para Formación Sanitaria Especializada 2023/2024, que para Medicina supone 8.767 plazas, un 2,5% más (217 plazas) respecto a la convocatoria anterior, cuando había 8.550 plazas disponibles. Más concretamente, se han aumentado 34 plazas en la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, un nivel asistencial especialmente saturado actualmente y que en la presente convocatoria se ha dejado casi 200 plazas sin elegir por parte de los candidatos.

Ante esta situación, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), a través de su secretaria técnica de Médicos Jóvenes y MIR, Sheila Justo, quiere recordar que la solución para la situación que vive la FSE no se reduce únicamente a aumentar el número de plazas, sino que necesita abordar además dos puntos clave, como son el sistema de elección de plaza y la nota de corte.

Respecto al sistema de elección, CESM insiste en que debe ser en tiempo real por el perjuicio que se está viendo en los últimos años, llegando a quedar numerosas plazas sin ni siquiera escogerse, a las que después se suman las renuncias. Por otro lado, respecto a la nota de corte, conviene recordar que los candidatos se ordenan a través del examen MIR, pero hay que buscar una solución al hecho de que haya profesionales que se queden sin opción a elegir plaza y sin embargo queden plazas vacías. Como ya refleja el Real Decreto de Especialidades 589/ 2022, esto debe reflejarlo la convocatoria, donde se establece el corte de los aprobados, pese a que desde CESM se defiende que el corte debe ser la ordenación de candidatos para ir cubriendo las plazas nuevas que se van creando.

Esto ofrecería una solución real a las necesidades de especialistas reflejadas en el informe publicado por el Ministerio de Sanidad con la estimación de oferta y necesidades entre 2021 y 2035, que señala que actualmente hay entre 4.000 y 7.000 médicos menos que en 2017, y esto seguirá agudizándose hasta 2035.

«No estamos en un momento de poder desaprovechar plazas de Medicina Familiar y Comunitaria o de otras especialidades deficitarias. La situación hay que abordarla con responsabilidad, son plazas para futuros especialistas que podrían trabajar en el Sistema Nacional de Salud si se les ofrecen las mejores condiciones laborales, porque no nos podemos permitir perder unos 600 profesionales que cada año abandonan el sistema para marcharse a otros países «, señala Sheila Justo.

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