CONCLUSIONES
A algunos de esos objetivos, como el de la “mesa de los médicos” para negociar de tú a tú con los empleadores, ya nos hemos referido. Vayamos con los siguientes:
– Exigir una normativa básica estatal en cuestiones relevantes (acceso a plazas, jornada, salario base, formación, carrera profesional, etc.) que tenga el suficiente rango legal para imponerse en todo el SNS.
– Mayor coordinación de las políticas de recursos humanos a través del Consejo Interterritorial del SNS, cuyas decisiones, una vez tomadas por amplia mayoría, deberían ser seguidas en todas las CCAA.
– Nuevo modelo de financiación de la sanidad pública, con presupuestos realistas y distribuidos, básicamente, en función del número de habitantes de cada comunidad autónoma.
– Desarrollo de la gestión clínica, tal como la concibe lo Confederación y como alternativa a las tentaciones privatizadoras.
– Compensar con carácter de urgencia al médico por las pérdidas retributivas acumuladas durante estos últimos cuatro años.
– Empleo estable y sacar a concurso todas las plazas vacantes para reflotar las plantillas.
– Reestablecer la Carrera Profesional, desvirtuada, cuando no anulada, en el transcurso de estos años de crisis. Homogeneizar sus parámetros y abrirla a todos los médicos con independencia de su estatus laboral.
– Recuperar el papel que llegó a tener en los años ochenta la Atención Primaria como puerta de acceso al sistema sanitario. Hay que dotarla de más recursos y dignificar la labor los profesionales que trabajan en ella, en el bien entendido de que potenciar este primer eslabón contribuirá a modular y racionalizar tanto la demanda como el gasto de la sanidad pública.
Fuentes: CESM