TODOS CONTRA LA DIRECTIVA DE LAS 65 HORAS

De «actasanitaria.com»:

«El secretario general de la OMC, acudió a La Paz para unirse a la protesta Madrid 16/12/2008 La convocatoria de manifestaciones de protesta de los médicos contra la propuesta de modificar la Directiva Comunitaria sobre la jornada laboral tuvo una respuesta masiva, no sólo por el número de profesionales concentrados ante los centros asistenciales, sino por el apoyo recibido, como lo hizo de forma explícita el Partido Socialista (PSOE), a través de una nota de su secretaria de Bienestar Socia, Marisol Pérez.

La convocatoria había partido de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), y también del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM). Tanto los sindicatos médicos como los representantes de los estudiantes se mostraron muy satisfechos por el nivel de respuesta conseguido, lo que pone de relieve la profunda inquietud que sienten los profesionales ante la eventualidad de que este miércoles, 17 de diciembre, el Parlamento Europeo (PE) dé luz verde a la reforma ya ratificada por el Consejo de Ministros de Empleo, Política Social y Consumo (EPSCO) de la UE.

Además de las manifestaciones locales, delegaciones médicas de todos lo países comunitarios se manifestaron ante la sede del Parlamento Europeo, en un intento de sensibilizar a los europarlamentarios sobre la trascendencia de la decisión que habrán de tomar pasado mañana.

Apoyo socialista

Desde el Partido Socialista (PSOE), su secretaria federal de Bienestar Social, Marisol Pérez, hizo público un comunicado en el que rechaza ‘con gran contundencia’ las modificaciones que se quieren implantar en la directiva sobre el tiempo de trabajo pues, según dice la representante socialista, suponen un ‘claro retroceso social y laboral’, así como ‘una agresión contra los derechos sociales de los ciudadanos europeos’, lo que supone una marcha atrás en el Estado de Bienestar.

De acuerdo con la información facilitada por la CESM, la reforma que los Gobiernos comunitarios (en particular los de Reino Unido y Alemania) pretenden introducir, afecta a todos los trabajadores. Esto es así porque uno de los pivotes sobre los que asienta es la denominada cláusula del «opt out», en virtud de la cual el empleado puede renunciar de forma voluntaria al derecho de limitar la jornada laboral a 48 horas semanales. Quien firme dicha cláusula aceptará trabajar 60 horas semanales (65 en el caso de los médicos), y no sirve de consuelo pensar que cada país es libre de aplicarla o no, pues la globalización y la competitividad en el mercado europeo justifican el temor de que acabará imponiéndose más pronto que tarde en todo el marco comunitario.

En todo caso, serán los médicos los más perjudicados del cambio en ciernes, toda vez que hay dos cambios más que les atañen directamente. Por un lado, se propone la denominada «guardia inactiva», esto es que los periodos de inactividad dentro de la guardia no computen como tiempo trabajado. Y por otro, se plantea eliminar los descansos compensatorios postguardia, de modo que se verían obligados a trabajar hasta 30 horas seguidas.

Manifiesto de protesta

Todos los actos de protesta realizados en España terminaron con la lectura de un manifiesto, en el que se explica el origen y las consecuencias del problema planteado. Bajo el epígrafe ‘La Profesión Médica no quiere ser esclava de la Unión Europea’, los facultativos subrayan en él que «no están dispuestos» a transigir con un alargamiento de la jornada que «sacrifica sus derechos laborales y hasta personales con el fin de frenar los altos costes de la sanidad pública» y que además daña la calidad de la asistencia «porque un médico que no ha dormido y al que se le obliga a seguir trabajando no está en las mejores condiciones para atender como es debido a sus pacientes».»