Por Dr. Miguel Lázaro
Jueves 03 de noviembre de 2022
«Pareja a la vida va la muerte, desde que nacemos, pero como dice La Rochefoucauld “ni el sol ni la muerte pueden mirarse de frente mucho rato”. La muerte es como el Guadiana, emerge y se sumerge a lo largo de nuestro ciclo vital. Nos remueven y conmueven las muertes que según nosotros “no tocan” y nos consuelan más las que son “ley de vida”. Todos estamos seguros de que nadie sale vivo de la muerte, de que vivir solo cuesta la vida y que lo peor es que la muerte nos amargue la vida. Saber que nos vamos a morir ayuda a vivir y a relativizar mucho los acontecimientos a los que tenemos que afrontar».
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