Ante la radical oposición del Sindicato a la propuesta de cambio de horarios, mantenida también por el resto de sindicatos, el IB-SALUT se retiró de la Mesa para deliberar unos momentos, retirando la propuesta por el momento.
El Sindicato, que habló en primer lugar, alegó lo siguiente:
1º.- Ausencia de negociación. La materia que regula la propuesta debe ser, por imperativo legal, objeto de previa negociación con los interlocutores sociales, bajo los principios de buena fe negocial y voluntad negociadora, y no sólo someterse a trámite de audiencia.
2º.- Cita de directivas derogadas. El preámbulo de propuesta olvida que las Directivas 93/104 CE, y su modificación por la Directiva 2000/104 se hallan derogadas por el artículo 27.1 de la Directiva 2003/88/CE que las refunde y codifica. No es cierta, por tanto, la afirmación de que la Ley 55/2003, traspone esas directivas, puesto que su derogación es previa a la promulgación del Estatuto Marco (Ley 55/2003).
3º.- Deliberada confusión entre “jornada ordinaria” y “horario de apertura para la atención ordinaria de los centros”. Se introduce torticera y sibilinamente, en la propuesta, que la “jornada ordinaria” es de 8 a 21 horas de lunes a jueves y de 8 a 19 horas los viernes, cuando ello es el horario de apertura para la atención ordinaria del centro, sólo son los trabajadores quienes realizan “jornada ordinaria” no los centros. A nadie se le ocultan las graves consecuencias que este uso semántico incorrecto puede generar en el futuro.
Exigimos el cambio de esa nomenclatura por el “Horario de atención ordinaria”.
4º.- Conculcación del descanso diario de 12 horas entre jornadas: empezando la jornada ordinaria de trabajo del personal a las 8, conforme a los pactos en vigor, quien finalizare a las 21 horas, no dispondría de las 12 horas que establece el artículo 51.2 de la Ley 55/2003, como descanso entre jornadas.
5º.- Se deja en manos de cada Centro la concreción horaria del personal entre los periodos indebidamente denominados “jornada ordinaria”. No aceptamos ningún horario que suponga que la jornada deje de ser continuada, como establecen los pactos en vigor.
6º.- Exigimos el cumplimiento de la jornada fija ordinaria continuada de mañana como el personal médico hospitalario, para el personal integrado en EAP, salvo que con carácter voluntario se pacte y establezca con cada interesado otra modalidad: de tarde o de mañana y tarde, con abono de complemento de jornada de mañana y tarde.
7º.- Deliberada confusión entre “jornada complementaria” y “horario de atención continuada de los centros”. Se introduce torticera y sibilinamente, en la propuesta, que la “jornada complementaria”, o sea guardias, es de 21 a 8 horas de lunes a jueves y de 19 a 8 horas los viernes, cuando ello es el horario de atención continuada del centro, solo son los trabajadores que realizan “jornada complementaria” no los centros.
Exigimos el cambio de esa nomenclatura por el “Horario de atención continuada de los centros”.
8º.- El horario de atención continuada de los centros debería ser a partir de las 15’00 horas. No aceptamos la drástica disminución retributiva por el concepto “Complemento de Atención Continuada” que supone este cambio horario impuesto sin negociación.
9º.- Aplaudimos la propuesta de cobertura voluntaria de las guardias. Se trata de una cuestión que consideramos supone un notable avance, por lo que nos congratulamos.
Debemos aclarar que el limite de 48 horas semanales en computo semestral no impide que voluntariamente pueda sobrepasarse.
10º.- Parcialidad de la regulación horaria propuesta e inconcreción de la misma: exigimos una negociación completa de la regulación del régimen de jornadas, horarios y descansos en la Atención Primaria. Exigimos las mismas condiciones que en los centros de salud urbanos para los de la Part Forana.
11º.- Exigimos la libranza tras las guardias en idénticas condiciones que el personal hospitalario.
12º.- Debe oírse a todos y cado uno de los EAP y no solo a los directores de zona o coordinadores.
13º.- Debe oírse a todos y cada uno de los Ayuntamientos de las zonas básicas de salud correspondientes.
